LA TELE

Ayer Titín me envió una ilustración con referencia a mis comentarios sobre el telediario.

Es el regidor/redactor, me dije, los demás son artistas o minusvalidos, o las dos cosas, pues sólo ven a través de las cámaras. Están impedidos para ver la realidad como parte de ellos mismos. Pero el regidor que detiene a los voluntarios que pretenden socorrer a la niña... eso no tiene nombre. Son gente sin alma, miserables sin escrúpulos, mercenarios capaces de vender a su madre. Son la peor calaña que existe. Peores que los vendedores de armas, peores que los terroristas, peores que los psicopatas y los maltratadores. Son genocidas indiscriminados. No estan enfermos, no estan ciegos, no son tontos, pero no quieren a su projimo. No valoran la integridad, no respetan la vida, no les importa nada cinco pasos más alla de si mismos. Los regidores/redactores ensucian el mundo elaborando agendas de frikis, piden al público que aplauda, sonría o se sorprenda, controlan el pulso de un programa, y están en todas partes, en todos los programas. Hacen el trabajo más sucio, y no dan la cara ni se preguntan por qué. Creen que trabajan en la tele, pero trabajan en el infierno. La tele no es eso. Están tan solos, tan solos, que me cuesta decir que me dan asco. Diré, pues, que me dan asco y pena. Y ganas de destrozarles la cabeza con una cámara y meterles la carpetita por el culo. A ver si despiertan. Imbéciles.


nota: desconozco el autor de la ilustración. Trataré de averiguarlo estos días.

btemplates

1 comentarios:

Kostas Vidas, poeta de cantina dijo...

Está claro que el desarraigo tiene voz. Que no la pierda, las mentiras sublimes prevalecen en tiempo de censura férrea. Que fluya la voz del descontento es responsabilidad de todos. Que la hiel se vuelva tinta y no sangre. Un saludo.