INDIA_01 - Volamos desde Madrid

Ir de cañas en Madrid es algo incomparable. Nunca defrauda.
El avión sale a las 8:45 h, así que tenemos toda una noche por delante. Dormiremos en casa del amigo Martín. Antes era un guionista valenciano, ahora es un guionista valiente buscando algo en la industria cinematográfica madrileña. El Dorado. Es un tipo discreto, de nariz afilada y rasgos morunos, el abundante pelo rizado y negro y los ojos pequeños le hacen adorable. Parece un bonachón y es un apasionado de las cañas de Madrid. En lo profesional le envidio. Me recuerda a Julio Salinas, que marcaba goles inesperados o increíbles.

Apuro mi vaso de cerveza y mis ojos brillan reflejando las tapas que trae el camarero. Me siento como en un sueño. No paran de servir cañas y tapas. Hemos venido al número 48 de la calle Toledo, al bar Cantalejo, porque Titín estaba aquí. Se oyen las voces de las chicas que están con Titín, a él le gusta picarlas, hacerlas reaccionar. Conversación animada.
Anna, David, Neus y yo, estamos ilusionados, como en una nube; en unas horas nos vamos a la India y ahora estamos aquí en Madrid tomando cañas.
Mágia.
Escucho la tragaperras, el sonido de los cubiertos al chocar, la risa escandalosa de Titín, la voz de Anna que todavía no se lo acaba de creer, David pidiendo otra ronda, la crónica deportiva en la tele, un camarero gritando a la cocina. El aire es de un color dorado y tiene un brillo metálico. Hay humo, risas, cerveza y tapas, combatiendo todo desasosiego. Muchos bares en Madrid. Ahí fuera La Latina; la noche de un martes parece la de un viernes.

Han llegado tres chicas más, son amigas de Anna y Neus, también arquitectas. Se conocieron en un máster de cooperación y arquitectura básica, aquí en Madrid. Gente que cree en un mundo mejor de una forma muy práctica. Ahora somos muchos. Suficientes. Formamos dos grupos, así que Martín se debate entre Titín y sus chicas y nosotros y las chicas nuevas.

Creo que el concepto chicas nuevas ha calado, Martín se queda con nosotros. Antes de que mi subgrupo decidamos dónde ir a cenar, Titín, en el otro bando, me pregunta por el viaje. Creo que quiere verme ilusionado por una aventura próxima antes de despedirse, pero esa fingida mala leche que tiene le hace increparme: A què collons vas tu a la India?

No lo sé. Creo que no voy a nada. Acompañaré a Anna, David, y Neus, a donde quieran ir y espero que el sufrimiento de los demás no me afecte demasiado. No voy a ayudar a nadie y no creo que disfrute de un viaje de placer.

Titín, intuyendo mi preocupación -más que escucharla- me cuenta una historia que vivió su hermano mayor cruzando una linea invisible que separaba el caro hotel dónde se hospedaba, y un asentamiento bajo un puente cercano, también en India. Charló largo rato y conoció a una gente muy pobre que valoró mucho aquel gesto. Romper fronteras invisibles.

Mañana a primera hora volamos hacia India. Me quiero ir a dormir.

btemplates

4 comentarios:

Unknown dijo...

ahhhhhhhhhhhhhhhh!!! Quiero más, parece el capitulo piloto de vuelta al mundo en 80 dias.


¡Cómo molas!


Un abrazo!

Totalmente de acuerdo con tu descripccion d Martín. Quizá falta una referencia de pasada a su tripa, capaz de disparar arco iris amorosos y cosas así. Yo lo he visto.

Unknown dijo...

SEGUNDO CAPÍTULO YA!!!


ALD. (Asociación de Lectores Descontentos).

www.ald.com


Pd. ¿Como coño se pone arcoiris en plural?

¿Arcoirises? No, ¿verdad?

Unknown dijo...

SEGUNDO CAPÍTULO YA!!!


ALD. (Asociación de Lectores Descontentos).

www.ald.com


Pd. ¿Como coño se pone arcoiris en plural?

¿Arcoirises? No, ¿verdad?

Unknown dijo...

SEGUNDO CAPÍTULO YA!!!


ALD. (Asociación de Lectores Descontentos).

www.ald.com


Pd. ¿Como coño se pone arcoiris en plural?

¿Arcoirises? No, ¿verdad?