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INDIA - school pen



fotos: Anna Escrig
ninyos de Deoughart, Uttah Pradesh, India. Un pequenyo pueblo a 35 km de Lalitpur. Demasiado cerca de la ciudad. Los ninyos empiezan pronto con el tabaco de mascar y dejan de ir a la escuela.


Un hombre blanco acompanyado por un ninyo entra en un pequenyo pueblo de India con el bolsillo cargado de billetes. Una jauria de ninyos se acerca al hombre blanco al grito de "agregi, agregi" y le piden rupias. El hombre rico le pide al ninyo que le acompanya que se libre de ellos. El ninyo le pide 20 rupias para realizar el servicio, e inmediatamente ofrece 10 rupias al que haga desaparecer a los demás. Uno de ellos le coge el billete y ofrece 5 rupias al que llegue primero a lo alto de un monte cercano. La jauria sale disparada. Solo un ninyo sigue pidiendo un "school pen".

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INDIA - Ganga river



fotos: anna escrig

Estoy en la terraza de un hotel en Varanasi, India. Se oyen cantos musulmanes de alguna mezquita cercana, el ajetreo del alocado tr'afico. El aleteo de las cometas que vuelan cerca de mi, cuyo papel se tensa y se destensa con los repetidos estirones que las hacen volar, y que entretienen a los ninyos en casi todas las azoteas.

Estoy cerca del "Ganga", el rio Ganges. Pasan dos halcones volando hacia all'i. Esta manyana he visto los pies de alguien cuyo cuerpo se calcinaba. A escasos metros de mi.

Las cenizas de los muertos han reinado en las orillas del Ganges un dia mas, junto a los hombres y mujeres que lavan la ropa golpe'andola con fuerza contra unas piedras. Cada golpe suena como un disparo que rompe este silencio sacro, y pronto es un eco que se ahoga en el rio.
Los santones con sus barbas blancas y sus 'saris' de color naranja y su cara pintada, han gritado y han rezado como locos de atar, en comunion con el rio. Los barqueros han paseado a los turistas. Los muertos en las horgueras. Los hombres de bien han rezado, semidesnudos, y se han lavado con el agua del rio, que renueva el karma. Las mujeres lo han hecho semivestidas. Como cada manyana, alguien ha vuelto a recoger las bonyigas de las vacas para hacer montoncitos, ponerlos a secar, y venderlos como combustible. Ha amanecido en el Ganges otro dia mas.

Un hombre arrojaba algo negro que sacaba de una bolsita de plastico a pequenyos punyados, y lo echaba despues en el rio mientras decia algo en voz baja. Unos occidentales subidos a una piedra imponente adornada por los primeros rayos de sol hacian yoga de postal. Un ninyo lanzaba un extranyo peso atado a una cuerda y lo recogia despacio observando con esperanza. Y volvia a lanzar. Unos hombres descubrian el rostro de una mujer muerta arrastrada hasta la orilla en su camilla de troncos. Le abren la boca para echarle agua del Ganges y despues la quemar'an. Un ninyo en un bote en miniatura se acerca a los botes de los turistas para venderles 'dunjas', cazuelitas de hojas secas repletas de flores rodeando una velita. Y los aturistas las compran y encienden y las dejan flotar en el agua. Alguien grita algo desde la orilla y todos los hindues lo repiten. Son cientos de personas desperdigadas. Como algo espontaneo que se expande de forma natural en el agua de este rio que lo absorbe todo. Un 'mantra' que al repetir los barqueros parece como si el mismo Ganga lo repitiera. Pienso que este rio puede tener algo de sagrado, pero es por las cosas que esta gente hace en 'el.

Ha venido un chico joven que trabaja en el hotel, se hace llamar Binod. Se est'a haciendo de noche pero las cometas no dejan de volar por todas partes. Unos ninyos juegan a cricket en la terraza contig'ua. Binod me ha contado que vive en Darjeeling, cerca de Nepal, que ha venido a trabajar unos meses. Le he preguntado qu'e piensa hacer cuando termine aqu'i. Curiosidad por conocer como son sus planes de vida. Me ha dicho que volver'a a casa. Al poco me ha mirado a los ojos y me ha dicho como enfadado pero sonriente que de momento est'a aqu'i.